domingo, noviembre 14, 2010

Renovado compromiso activista


Con una pequeña ofrenda, integrantes del Grupo 44 LGBT de AI-México honramos la memoria de nuestro querido amigo y colega activista Aarón Donovan Compagny Montes, el pasado 30 de octubre en el parque Río de Janeiro de esta ciudad.

Nos acompañaron su madre y otros familiares de Aarón, y amigos y amigas de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, donde Aarón estaba por concluir sus estudios de sociología.

Este emotivo y simbólico acto permitió que las y los presentes recordáramos a Aarón, como él era: sensible, inquieto, noble, solidario, crítico, coloquial y alegre. Sus amigas de la Facultad, leyeron una semblanza y algunos de sus ensayos y reflexiones.

A Aarón le apasionaba la sociología y le interesaban mucho las causas sociales. Su amiga Karelia Llanos, recordó que él le decía: “las ciencias sociales nos pueden llevar hacia un camino de libertad y comprensión”, y que “las cosas no son así; están así” (leer semblanza: http://grupo44lgbt.blogspot.com/2010/11/te-extranamos-hermano.html).

Era muy consciente de que “podemos cambiar las cosas”. Manuel Herrera, en su carta de despedida para Aarón (http://grupo44lgbt.blogspot.com/2010/11/carta-de-despedida-para-aaron-compagny.html), evocó el último día de activismo que estuvimos con él en Puebla:

“Micrófono en mano, tú leías con firmeza, muy contento, entusiasmado y comprometido con la causa. Aquel día, ambos fungimos de activistas-locutores-animadores en plena plaza central de esa ciudad, alzando la voz, a favor de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, sobre todo de aquellas que deciden libremente sobre sus propios cuerpos, en relación a la interrupción del embarazo por diversas circunstancias, en ocasiones bajo situaciones extremas o precarias, como bien sabemos”.

El entusiasmo y testimonio de Aarón Donovan alienta y renueva nuestro compromiso con los derechos humanos, como Grupo 44 LGBT, para cambiar las situaciones que los niegan o vulneran, como los crímenes por homofobia y la discriminación contra LGBT.

¡Te extrañamos hermano!


Semblanza sobre Aarón, por Karelia Llanos



"La libertad es una creación tardía en la historia"

Jorge Gibert Galassi



Querido Aarón,


Te escribo en nombre de todas las personas que estuvimos a tu lado en diferentes etapas de tu vida, te queremos y nos haces mucha falta, como me dijo el profesor Darío: “Aarón ya no se irá de nuestras memorias respectivas, estará con nosotros, entre otras cosas, porque fue injusto como se fue prematuramente y porque fue un buen chico y amigo”.


Desde el día que te fuiste nadie te ha olvidado, porque lo que se fue contigo fue la voz de tus palabras, el sonido de tus risas y tu cuerpo frágil que nos solía abrazar, pero tu esencia sigue presente, junto con todo lo que nos enseñaste.


Cuando te conocí, parecíamos seres extraños en un mismo mundo, pero al parecer fueron las situaciones familiares y la música nuestros primeros temas de conversación, fue entonces cuando me platicaste que en la escuela secundaria solías ser un poco tímido y que la transición a la preparatoria logró en ti un gran cambio y un interés inmenso por la ciencia y el conocimiento, además vaya que tenías amigos, ¡saludabas a toda la preparatoria!


Diversos profesores fueron los que te forjaron en tu andar estudiantil, en sexto de preparatoria fue cuando con materias como Geopolítica, Geografía Económica y Problemas Social, Político y Económico de México descubriste que el actuar social era justamente lo que a la postre desarrollarías mejor. Siempre con un entusiasmo altivo y lleno de promesas al futuro fue cuando elegiste Sociología como carrera universitaria, y que como decías “las ciencias sociales nos pueden llevar hacia un camino de libertad y comprensión” revalorando una vieja sabiduría popular que una vez me dijiste: "las cosas no SON así; ESTÁN así... (y las podemos cambiar, agregaba otro)"...


Precisamente bajo esa frase tú pensar y actuar se vieron comprometidos con lo que querías y esperabas hacer al respecto en todos los ámbitos de tu alrededor, en lo académico, en lo familiar, en lo personal y en todo lo que como acto social puede caber.


Me comentabas de lo difícil que resultaba que la praxis congeniara con lo teórico, precisamente que el cambio social pretendías estudiarlo más allá del ámbito de la vida cotidiana, adaptar ese adagio a principios antropológicos y con ello continuar un estudio científico en torno al significado del gusto e interés, cada momento preguntabas y entrevistabas a diversos sociólogos sobre este posible cambio y las implicaciones con el lenguaje, si bien no querías encontrar la verdad absoluta, si ver una parte de verdad.


Recuerdo cuando nos comentabas que tú no tenías nada de demagógico ni de populista, que preferías por el contrario actuar por el respeto de los derechos humanos, de la igualdad y de la ecología, tener un papel activo en la sociedad lejos de un utilitarismo material.


Comentabas que respetabas al ser humano sobre todo en esa particularidad que cada uno tiene, porque el ser humano es diverso y soslayabas que buscabas “un vivir mejor no pasando a costa de los demás sino con ellos”, por eso siempre estabas inquieto, alegre, veías el lado dulce de la vida, la posibilidad al cambio.


En el 2008 ingresaste a Repensemos Mundo A.C., tu primer encuentro con una organización civil que te permitió ir a varios encuentros en pro del medio ambiente y también otros más en materia de proyectos internacionales, tal fue el caso del Taller de Negociación que diste en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.



En el 2009 ingresaste a Amnistía Internacional-México, tú con la mayor felicidad en tu rostro me mostraste tu alegría por tu participación en el Grupo 44 LGBT, a varios compañeros nos contaste que tratarías de ir a la mayor cantidad de reuniones y tiempo después nos comentabas de tu aprendizaje en el mismo e incluso la Revista de A.I. nos la turnabas por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, y cómo olvidar que también hacías lo mismo con el periódico Excélsior, siempre para que estuviéramos al tanto del acontecer de día con día, siempre te mostraste firme en tus propósitos, consciente y comprometido, siempre con una gran preocupación por el prójimo.


Justo en ese mismo año también ingresaste a AIESEC, organización que apoya a jóvenes estudiantes en su desarrollo estudiantil, participaste en reuniones y ponencias sobre plataformas políticas. Y en este año también comenzaste un gran movimiento en la política o como tu decías “dentro de la grilla” y fue ahí donde viste que la política también podría ampliar tu comprensión por la forma organizativa de la sociedad.


Fueron muchos tus sueños Aarón y mucho lo que emprendiste por realizarlos, aún queda mucho en nosotros de ellos para llevarlos a cabo, quizá a veces el ser humano se puede preguntar en su capacidad de ayudar a los demás y tú lo entendiste muy bien, pero la pregunta podría quedar en nosotros, sobre qué tanto hacemos por nuestro entorno, porque a veces es muy tarde y hay decisiones en las que no hay marcha atrás.



Te extrañamos hermano, tu marcha de gran hombre se ha quedado con nosotros, seguro ibas a ser un grandilocuente científico social, activista, político y sobre todo un sabio señor anciano barbudo con lentes de sol, en la playa, disfrutando de la vida y sonriéndole a todo aquél que te visitara quizá en algún lugar de Madrid, emprendiendo alguna novela, justo como querías llegar a ser en tiempos de tranquilidad y bienestar de la longevidad.


Y como una frase que te gustaba: “La verdad os hará libres”.

Carta de despedida para AarOn Compagny

Distrito Federal, 1º de septiembre de 2010.


Querido Aarón Company (Q.E.P.D.):

Estimado amigo:

Ayer, por la tarde, supe recién de tu prematuro viaje a la eternidad. He llorado, me he sentido triste, confundido y algo perturbado.

Desde que me enteré, no he dejado de pensar en ti, de preguntarme sobre qué pudo haber pasado para que tú decidieras sorprendernos con tu partida, y de ponerme a pensar en qué pudo haber oprimido tanto a alguien como tú, mi joven amigo, una persona tan entusiasta, sensible, inteligente, bromista, colaborador y crítico a las problemáticas sociales.

No lo sé, no puedo comprenderlo, y me invade la tristeza.

Comparto mucho la idea de una amiga tuya, que escribió en tu Facebook, que “morir es mudarse de una casa a otra mucha más bonita”.

Sin duda, ahora los muros de tu cuenta de Facebook se han convertido, como dice otro amigo tuyo, en “un altar”, donde hoy podemos escribirte nuestras palabras, plegarias, pensamientos, sentimientos, pesares…

Y me cuestiono igual sobre cuán capaces o incapaces somos los seres humanos para percibir o no, en determinado momento, el sufrimiento del otro, de la otra, para poder ir en su auxilio, a tiempo y ser apoyo, ser hombro, ser oyente, sea que exista o no algún tipo de señal para hacerlo. No lo sé, mi amigo, no lo sé…

Recuerdo el primer email que escribiste al Grupo 44 LGBT de Amnistía Internacional-México señalando: “considero ser siempre un humano en constante evolución, que se reconstruye a diario”. Algo se truncó, en este caminar, mi tan joven amigo.

Al Grupo te uniste en septiembre de 2009, pero, en verdad, ya eras miembro voluntario de Amnistía Internacional-México un par de meses antes, en el mismo año.

Me comentaste que eras “cero demagogias, cero autoritarismos”, ¡no a la dictadura neoliberal! Me dijiste: “más allá de aportar una suma económica cada mes, quiero una participación activa”.

Ahora, recuerdo el primer día que nos conocimos (hace más de un año), con un café de por medio, en nuestra Facultad (FCPyS-UNAM). Tú me hablaste sobre tu pasión por la sociología, tu interés por causas sociales, tu gusto por nadar (“los lunes y los jueves”), y tus enormes ganas de actuar por los derechos humanos: para “hacer algo”, decías, para vivir mejor, con respeto, sobre todo cuando hablamos de nuestro “derecho a ser diferentes”, pero siendo “iguales en dignidad y en derechos”.

Evoco ahora nuestro último café, antes de irme de viaje a Brasil, también en nuestra Facultad, donde tú me platicaste muy entusiasmado y apasionado sobre el tema de tesis que querías trabajar. En verdad, yo te confesé que me había entusiasmado con tu tema desde una conversación previa que sostuvimos vía chat, sobre el mismo punto. Incluso comentamos de alguna bibliografía, y tú me sugeriste un libro en inglés que había hecho que te motivaras más por tu temática, pensando en México.

Hoy viene a mi mente también el día que fuiste solidario cuando tuvimos problemas para instalar nuestra “mega-ofrenda” del G-44 LGBT, en el marco de la semana de las “Ofrendas de Muertos”, en nuestra Máxima Casa de Estudios. Siempre mantuviste el sentido del humor, y estuviste dispuesto a echarnos una mano, pese a la adversidad.

La última vez que nos vimos fue en marzo de este año (llegaste con un amiga, también de nuestra Facultad, no recuerdo su nombre), un sábado que nos encontramos para ir a Puebla, como parte del Grupo 44 LGBT de Amnistía Internacional-México, con el fin de hacer activismo a favor de los derechos humanos de las mujeres.

Micrófono en mano, tú leías con firmeza, muy contento, entusiasmado y comprometido con la causa. Aquel día, ambos fungimos de activistas-locutores-animadores en plena plaza central de esa ciudad, alzando la voz, a favor de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, sobre todo de aquellas que deciden libremente sobre sus propios cuerpos, en relación a la interrupción del embarazo por diversas circunstancias, en ocasiones bajo situaciones extremas o precarias, como bien sabemos.

Ya en abril del presente año, vía un breve chat, me preguntaste “¿qué tal Brasil?...”
Semanas antes, yo te había contado por chat sobre mi estancia de investigación que haría en Brasil, en la Universidad de São Paulo, y sobre los detalles de la misma. Me hablaste de un amigo tuyo brasileño de Ceará, que había estado de intercambio en la UNAM. Luego platicamos igual un par de oportunidades más a través del chat.

Yo regresé de Brasil a México el 16 julio de este año, pero fue apenas ayer que supe de tu “hasta pronto”. Y vuelven a inundarse mis ojos. Y es que el día que decidiste partir yo aún estaba fuera del país. Y no nos comunicamos más. Por eso, no puedo creer lo sucedido, me gustaría que fuera un mal sueño, pero no es así.

Ahora sí, mi amigo Aarón Company (Donovan), me voy despidiendo. Me quedo con un grato recuerdo de tu sensible, inquieta y noble persona. Estaba seguro que ibas a ser un sociólogo de los buenos (¡ya casi culminabas la carrera, mi amigo!), y también un activista de derechos humanos solidario, coloquial, crítico y divertido. Por ahora, nos has privado de ello, pero pronto volveremos a encontrarnos para seguir trascendiendo, como era tu anhelo.

A tus familiares y a tus amig@s nos dejas la desafiante tarea de reflexionar, de la mejor manera posible, sobre lo acontecido, en el sentido que ya otro amigo tuyo lo escribe también en tu muro de Facebook:
“Creo que lo que te pasó a ti […] sólo nos dice que tenemos que estar más cerca de las personas por más lejanas que nos parezcan. Espero que estés muy bien donde quiera que eso sea”.

Apreciado Aarón, me despido de ti, con un fuerte abrazo.

[David y yo tenemos la ilusión de organizarnos para que un día de estos l@s miembros del Grupo 44 LGBT de AI-México podamos ir junt@s a “visitarte”, colocar coloridos ramos de flores sobre tu tumba, y decir alguna plegaria, recordándote sensible, noble, sonriente, inquieto, crítico y amable. Y luego de ello, sostener una cálida reunión en tu memoria, buscando afianzar los lazos de amistad, solidaridad y compañerismo que nos unen.

Espero que podamos contactar a algún familiar o algún amig@ tuy@ para que nos pueda informar muy gentilmente el lugar donde es que ahora reposas.]

Estimado amigo, descansa en Paz.

Con amistad y afecto,

Manuel Herrera (Grupo 44 LGBT / FCPyS-UNAM)